jueves, noviembre 24, 2005
Dos días en que Dios ha tomado cada una de mis palabras, en donde sigo analizandolas para poder hacer de la Ofrenda un poquito vida. Canto y escucho canciones que me hablan de la entrega, la entrega a Dios, de la justicia social, de la pobreza (de alma), de la pobreza material. Me reencuentro con viejas amistades y lágrimas salen de sus ojos...huellas de amor. Huellas que he visto en mi colegio, hoy en mi testimonio a los I medios, huellas en las personas con ls cuales he compartido pedacitos de mi vida y que alegría poder compartir los milagros de transformación que ha hecho la Mater en mi, en sentirme cada día un poquito más pequeña y humilde en los frutos que cada día recojo.
Le pido a Dios, cada día, se establezca en el rinconcito más sano y puro de mi corazón. Que lo transforme y lo purifique cada día más, pues se ha hecho tan pequeñito, tan tan pequeñito para poder entrar en mi corazón, produciendo milagros de amor en mí.
Anhelo entregarme, ser una ofrenda de amor. En donde no pueda olvidarme de la misión tan grande que ha depositado Dios sobre mis hombros, de mi corona, de mis perlitas, de mi ideal que es parte de tantos ideales. Anhelo jugar con niñitos moquillentos y tocar manitos ásperas. Anhelo entrar en las casas y comerme una sandia con harina tostá, morirme de calor y q todos rían de mi por llevar a mi plancha a misión.
(Pollo me encontré con la Oru en conce...fue una exploción!!!).
Mi testimonio a los I medios fue muy largo, siento que abri tanto mi corazón que incluso ocupé la hora de fisica. Siento que cada día toi más enamora y dependiente de Diosito, la Matercita ha tomado hasta mi pelo!, la gracia de la fidelidad ha sido que tomen lo que he ofrecido y me ha regalo alegría y plenitud, sentirme al fin realizada.
L@s quiero!!!