De renuncias y encargos. Así se define mi día. Sin lugar a dudas, otro día de cielo para mi colección personal. Como ya saben, la Mater me dio una tarea gigante: preparar a niñas para su alianza de amor y representarla ante el altar. Que momento más lindo viví, sobre todo cuando leí parte del acta de fundación. Sentí que esa acta se haía vida nuevamente, pues en mi corazón hacían eco las palabras que dijera nuestro Padre: "Sus corazones ya están ardiendo", Uds ya han hecho suyo mi proyecto. Me sentí así, pues siento que cada día renuevo las fuerzas que hacen mío el proyecto. Pero llegado el momento de ver a mis niñas arrodilladas en el altar, temblando, anhelantes, con el corazón ardiendo de amor..."La Mater te dice: Nada sin Ti...Nada sin Mi...". Una de ellas me dijo que estaré marcada en su vida para siempre, pues la Mater utilizó mis manos y mi voz para entregarle su corazón, mi vida para entregarle lo que ha significado mi camino de alianza y el ejemplo del brillar de mi medalla y de la obsesion que le producía. Que honrada me siento!...que predilecta y mi conciencia de instrumento aumenta, aumenta y aumenta.

El Padre Humberto me dijo antes de irse: "El Padre Kentenich estaría orgulloso de tu entrega". Creo que con esas palabras me caí al suelo y me volví a parar para tocar el cielo con la punta de mi nariz. ¿Mi Padrecito estaría contento de que esta pequeñita haya hecho suyo su proyecto?, de mi renuncia a no estar con mi pelaita, de representar a la Mater y de entregarle corazones a Monte Horeb...¿estaría orgulloso de eso?.