Ayer se celebraron los 10 años de mi Santu. Algo así como si se coronara una gran etapa. Diez años de evaluación, de crecimiento, de entrega. En el fondo, 10 años en los que he estado metida hasta en la punta de mi nariz, donde no he dejado de mirar al Monte, pero si he anhelado volver a Tco. En donde me han pasado mil cosas.

Pensaba, cuantas desiciones importantes y trascendentales he tomado dentro de un Santuario y la dependencia y necesidad de encontrarme en mi primer banco cada vez q algo me pasa. Me vi mujer. Ya no la niñita de 7mo básico que veía como los aviones pasaban, ahora era y soy una mujercita de 23, con nervios por el cantar de los cantares...una letra que corona y resume muy bien una etapa muy fuerte. Me vi mujer, aunque quizás no me sienta tan así y aun quiera ser esa niñita de antes, pero mujer al fin de cuentas que ya se da cuenta y se sorprende de los milagros de transformación que han ocurrido en mi y que siguen ocurriendo.

Pensé en verdad, que quiero vivir mi vida acá. No puedo proyectarla en otra parte que no sea chillán y Monte Horeb...si bien es cierto me imagino casi en misiones de paz por Africa, es chillán donde quiero envejecer, donde quiero construir mi presente y mi futuro.

Me siento predilecta, me siento bendecida, de que mi alma esté en paz y de todas las gracias que no paro de recibir...

Quiero llenar mi Santuario de Corazones Jovenes. Que canten de gozo, así como mi corazón lo hace...y más...que tomen todo lo que soy y lo que tengo, y lo malo que lo mejoren!...

Asi como tú penúltima Ofrenda...

Mi Vida se ha transformado en un constante canto a Dios y una constante acción de Gracias.

Del color que sea que ocupe.

Me siento infinitamente amada.