jueves, agosto 18, 2005
Traducción Simultánea
Ayer me quedé tecleando hasta cerca de las 4 am. Historias familiares, cómicas, trágicomicas, deprimentes, frustrantes. En fin me di cuenta que las historias que anteceden nuetras vidas o que son parte de la misma se hacen sincronía en algun momento.
Mientras leía las historias y detalles desconocidos y a la vez tecleaba lo propio o mejor dicho ajenos. Escribía esto:
El corazón habla un idioma que desconoce la laringe, imposible de vibrar en las cuerdas vocales. Por esa razón el ser humano dispone de una cabina de traducción simultánea, radicada en el cráneo y que se denomina razón, que somete al sentimiento a un escrutinio minucioso con objeto de poder expresarlo de manera precisa.Primero se coge la emoción y se la pasa por la fonología de la autoestima. Una vez superado este filtro, la fonética del miedo discrimina los mensajes que se pueden emitir en voz alta. La semántica de la vergüenza decide qué símbolos utilizar para no sentirnos ridículas. La frase se delinea en el siguiente paso, donde la gramática del orgullo enuncia el sentimiento de forma que no nos involucre, para que finalmente la ortografía del sentido común se encargue de cualquier pequeño detalle que haya pasado inadvertido en las fases previas.Por eso hay veces en las que queremos decir la verdad, pero articulamos una mentira. O deseamos decir lo siento, y enunciamos un ataque. ¿No les ha pasado que less preguntan como están y a pesar de sentirse hasta el cuello, contestan 'estoy bien'?.
Yo recuerdo una vez que quise gritar vuelve, y grité adiós. Y otra en que un cuánto te quiero se transformó en un "ya te olvidé". Lamento días en que intenté decir lo mucho que echaba de menos y me sorprendí murmurando que todo está bien. O cuando un no te vayas, por arte de magia, tomó la forma de un no quiero volver a verte.
En esas ocasiones en que no quiero decir lo que siento, le echo la culpa al receptor pues mis sentimientos son siempre angelicales o a la ostra que no se pudo abrir.
Me carga que mi cabeza le gane el gallo al corazón. Como también me cargan los "gallitos ajenos" pues me repugnan como los propios.
Todo por hoy. Mi guatero me espera.
Besosos.
pd: Gracias por la conversa chica del piano.
